La mallas antihierbas o mallas de jardinería son un material bastante usado a la hora de erradicar las malas hierbas de lugares en los que no son deseadas. Esto ocurre gracias a su efectividad, a su bajo coste y a su fácil instalación.
Además, nuestras mallas antihierbas ofrecen una gran resistencia al desgarro, por lo que su duración está asegurada si se le da un correcto uso. Este uso puede aplicarse en diversas situaciones, y zonas de nuestra vida cotidiana, tales como huertos, pequeñas plantaciones, jardines, viveros, zonas de césped artificial, rotondas y zonas públicas, etc. Todas estas zonas tienen en común, que son zonas en las cuales no se desea el crecimiento de mala hierba y es absolutamente necesario el hacerla desaparecer.
Efectividad de las mallas antihierbas
Este material consigue erradicar este crecimiento de malas hierbas gracias a su composición, hecha a base de plástico de polipropileno de alta densidad con componentes UV anti-solar, y permeable al agua, anulando la función clorofílica de la planta. De esta forma impediremos la aparición de estas malas hierbas en la superficie limitando el acceso de estas al agua y potenciaremos el crecimiento deseado de nuestra plantación, permitiendo el acceso de estas a una mayor cantidad de agua y nutrientes.
- Bajo coste-: Las mallas antihierbas son un material bastante asequible, suministrada por rollos, pueden cubrirse grandes superficies por un bajo coste en comparación con otros métodos de erradicación de malas hierbas, los cuales son muchmás costosos.
- Fácil instalación: Gracias al formato en el que se nos entrega la malla antihierbas (rollos o bobinas), la colocación de la misma solo consiste en el despliegue de esta, y si es necesario algún corte para conseguir la composición que necesitamos. No obstante, es recomendable hacer una preparación previa del terreno.
Preparación del terreno para instalar las mallas antihierbas
- limpiar el terreno lo mejor posible de piedras palos y pequeños objetos que impidan el perfecto despliegue horizontal del rollo de malla anti hierba.
- Realizar un pequeño aplanamiento del terreno para facilitar el propósito anterior. Esto puede realizarse perfectamente con un rastrillo por ejemplo.
- Desplegar el rollo de malla antihierba. Es importante estirar bien el rollo y que quede lo más tenso posible.
- En el anclar o fijar la malla anti hierba al suelo. La mejor manera de realizar esto es usando grapas o clavos de sujeción, aunque también puede usarse algún método más rudimentario como crear pequeños montículos de tierra, ejerciendo peso en las esquinas.
Para poder facilitar la instalación de la malla anti hierba, en la actualidad se fabrican rollos en diferentes anchuras. Si bien la malla anti hierba de forma tradicional siempre ha tenido unas medidas de 2 x 100 metros, ahora la anchura de los rollos se está ampliando, ofreciendo rollos también de 3 y 4 metros de anchura, permitiendo así abarcar superficies más grandes sin la necesidad de empalmar distintos rollos.
Igualmente se están fabricando mallas anti hierbas de gramaje superior. Mientras la malla antihierbas clásica tiene un gramaje de 100 gr/m², ahora también podemos obtenerla con un gramaje de 130 gr/ m². Esto puede ser una excelente solución cuando tengamos que colocar la malla anti hierba en zonas más propensas de lo habitual a un posible desgarro.
No obstante, tanto en un caso como en otro, la malla antihierbas en un material altamente resistente, pensado para convivir con situaciones y materiales que juegan en su contra, de ahí el esmero en su fabricación.
En JARDINDAY os ofrecemos la maya antihierbas en rollo con diferentes anchuras y gramajes para elegir el que más se adecue a tus necesidades.